Realidad Aumentada, el sustituto natural del QR.

Hemos vivido un auténtico boom de los códigos QR, ha sido y es una buena herramienta para el marketing online ya que con cualquier smartphone y la app apropiada se accede al contenido oculto por dicho código: un video, la URL de una web, un enlace con una app móvil… Mientras tanto,  la realidad aumentada va haciéndose un hueco cada vez más importante para las marcas y las agencias de comunicación. En definitiva, está cambiando el modo que las marcas tienen de conectar con el público que se maneja bien en las últimas tecnologías. Las apps de realidad aumentada ofrecen una serie  de contenidos extra combinando la utilización del GPS, la brújula digital, la cámara y la conexión a Internet. En este caso nos centraremos al simple hecho de analizar una imagen, buscar patrones y mostrar un contenido extra descartando las opciones de localización

Por ejemplo, Layar permite a los lectores una experiencia de realidad aumentada en distintos formatos, se usa principalmente en revistas, catálogos o tarjetas de visita como forma de dar un «contenido extra» a los lectores que se instalen la app genérica de Layar o una aplicación móvil propia y exclusiva que utilice su API. Su uso es bastante simple, se apunta a una imagen previamente tratada en Layar. A continuación, cuando los datos de la cámara (imagen en vivo) coincide con imagen proporcionada por el editor, la app consulta al servidor layar que le indica que contenido debe mostrar. Por ejemplo, apuntando a una determinada página de la revista, Layar buscaría el patrón y determinaría hay un video que lo acompaña, un link a twitter para hacer follow, leer la lista de recomendaciones de productos y obtener enlaces a dónde comprarlos o lo que se ocurra. Esta tecnología puede ayudar muchísimo a la crisis de los medios de papel, ya que le da un matiz digital muy interesante. En sozpic podemos introducir la tecnología de Layar en una aplicación móvil exclusiva y propia de una marca. Esa opción dentro de nuestros servicios móviles. Todo esto nos hace pensar que los códigos QR están en vías de extinción, ya que «capturar» al equivalente al código de barras es menos atractivo y espectacular que la opción de realidad aumentada.